Los estereotipos pueden ser definidos como la imagen visual que se ancla en la memoria colectiva de la población en relación a un hecho concreto. Se dice habitualmente que en la difusión de los mismos los medios de comunicación y las redes sociales tienen una gran responsabilidad. ¡Pero cuidado!, el estereotipo de enfermera con minifalda y cofia está más presente de lo que se pudiera imaginar, sólo es necesario pisar uno de los grandes hospitales de la comunidad autónoma en la que trabajo para encontrar imágenes como la que da título a esta entrada
Preocupante, no es de recibo que en pleno siglo XXI un hospital de tercer nivel traslade a sus usuarios esta imagen. Las enfermeras y los enfermeros que cada día recorren estos pasillos van en pijama, atienden necesidades de cuidados de la población con visión integral no de "control" y trabajan para facilitar el acceso a los ciudadanos eliminando barreras, no estamos detrás de un mostrador con reja metálica:
Afortunadamente, las personas en particular tienen su propia idea de quién es el profesional de enfermería y cuál es su rol en la sociedad. Guardan en su memoria aquella persona que limpió su herida, vacunó a su hija o agarró su mano cuando ansioso esperaba el inicio de una intervención quirúrgica. En general en el tú a tú ganamos en imagen, las encuestas de satisfacción de los servicios sanitarios nos otorgan sobresalientes en algunos casos, ¿por qué?, porque nuestra presencia añade valor al cuidado y en las distancias cortas somos capaces de trasmitir autonomía, capacidad de respuesta y humanidad.
Sin embargo, cuando se trata de la difusión de la imagen de la profesión, los medios caen de forma reiterada en esa imagen estereotipada que no tiene relación alguna con nuestra realidad profesional. El ejemplo de esta semana, un titular:
Titulares como este nos faltan al respeto y dan una imagen negativa de la profesión. Este medio lanza un mensaje a la población muy contrario a los valores que aporta las enfermeras al cuidado de la familia, y sí, también las enfermeras están presentes en la familia real.
No obstante mi reflexión va más allá, sólo en los últimos cuatro meses hemos acontecido a varios episodios negativos sobre la imagen social de la enfermera en los medios de comunicación, como ejemplo: las declaraciones del cantante Braulio [aquí]; la oferta de disfraces en carnaval o el programa de tele - pasión en noche buena [aquí] .
Por otro lado, es sabido que la imagen en general está influenciada por la presencia en medios, y por tanto se puede trabajar sobre ello para favorecer y apoyar la difusión del valor social de las enfermeras en la sociedad. Entonces, ¿por qué no se está trabajando la imagen social de las enfermeras?; ¿por qué desde los colegios profesionales se tiene una actitud pasiva o quizás reactiva en esta realidad?, quiero decir, aparecen en medios para mostrar el malestar tras situaciones concretas como las noticias anteriores, pero en realidad, no son proactivos en el cambio de la situación.
Por más que moleste aceptarlo, la crítica real es hacia los representantes de la profesión , ellos y ellas son quienes deben estar trabajando para la visibilidad de esta profesión en el conjunto de la sociedad. Realmente son muchas las iniciativas puestas en marcha por compañer@s en pro de una #EnfermeríaVisible, sin embargo estas acciones deben ser impulsadas también a otro nivel. Quien de verdad tiene que estar, no está.
Y como mi rol es trabajar desde las distancias cortas, en el tú a tú, a cualquiera que pregunte al respecto diría que si realmente quieres conocer a un profesional humanista que ofrece cuidados basado en tus necesidad, acércate al servicio de salud y conoce a las enfermeras, te sorprenderán.