"Curar a veces, aliviar a menudo, cuidar siempre"
En el entorno sanitario es bastante frecuente escuchar términos del tipo "paciente", "enfermo", "usuario", "asegurado" y algunas veces "cliente".
El lenguaje es una hermosa y poderosa herramienta de comunicación, sin embargo no es inocente. Condiciona e influye en la toma de decisiones y también en la forma en la que se establecen las relaciones con las personas.
En primer lugar, me parece interesante analizar algunas de las definiciones que ofrece la Real Academia Española en relación a los términos con los que se nombra a las personas que atienden las enfermeras.
1. Paciente:
- Persona que padece física y corporalmente, y especialmente quien se halla bajo la atención médica.
- Persona que es o va a ser reconocida médicamente.
2. Enfermo/a: que padece enfermedad.
3. Usuario/a: que tiene derecho de usar de una cosa ajena con cierta limitación.
4. Asegurado/a: protegido de las consecuencias de un riesgo mediante un seguro.
4. Asegurado/a: protegido de las consecuencias de un riesgo mediante un seguro.
5. Cliente: que utiliza con asiduidad los servicios de un profesional o empresa.
En mi opinión, e intentando mirar con cierta distancia, las enfermeras atienden a personas, unas enfermas y otras no; unas bajo el seguimiento de profesionales de la medicina y otras no. Por otro lado, las enfermeras se preocupan de captar a aquellas personas que, teniendo derecho a una atención, no llegan a las puertas del sistema sanitario. Y qué decir de los que injustamente se quedaron fuera de nuestra posibilidad de atención tras el Real Decreto 16/2012, nos preocupó y mucho el "no asegurado", aunque reconozco y critico que en aquel momento el consejo General de Enfermería actuó con demasiada tibieza, aceptó este Real Decreto que excluía a parte de la población y los alejaba injustamente de nuestros cuidados. Celebro que hoy se sume a los que nos alegramos de la vuelta a la universalidad.
Volviendo al tema que me ocupa, a todas luces los vocablos - y sus definiciones- que habitualmente se utilizan en el sistema sanitario no acaban de englobar todo aquello que la profesión enfermera aporta a la sociedad. Entonces, ¿qué te parece si buscamos una alternativa y hacemos #EnfermeriaVisible? Por mi parte comparto la propuesta de cuidadanos (1) que escuché comentar a Esther Busquets en las I Jornadas de Bioética: "Islas y Municipios promotores de la Salud" (aquí).
Volviendo al tema que me ocupa, a todas luces los vocablos - y sus definiciones- que habitualmente se utilizan en el sistema sanitario no acaban de englobar todo aquello que la profesión enfermera aporta a la sociedad. Entonces, ¿qué te parece si buscamos una alternativa y hacemos #EnfermeriaVisible? Por mi parte comparto la propuesta de cuidadanos (1) que escuché comentar a Esther Busquets en las I Jornadas de Bioética: "Islas y Municipios promotores de la Salud" (aquí).
Como enfermera, estoy convencida de que nuestra profesión tiene una voz diferente que aporta una visión más completa, integral si lo prefieren, de la atención y el cuidado de la población. Basta con pisar el terreno donde cada día se ofrece nuestro servicio para identificar todas y cada una de las relaciones afectivas (decimos de confianza) que se establecen con las personas que cuidas. Ellos/ as te cuentan y tú los/as escuchas ofreciendo un trato horizontal (lejos del paternalismo), centrado en una visión de la población igualitaria y democrática. En este caso no hablo por hablar, tampoco por corporativismo, en las últimas semanas he estado en contacto con el sistema como "usuaria" o familiar, las enfermeras que me han atendido no sabían cuál es mi profesión y todas ellas me han hecho sentir como describo.
Después de mis años de trabajo, de idas y venidas, puedo afirmar que las enfermeras y los enfermeros expertos, además de las sistemáticas de trabajo aportan intuición a la toma de decisiones. Ellos y ellas saben porqué hacen lo que hacen y lo quieren hacer, transformando cada encuentro asistencial en un momento sagrado. No se trata sólo de aplicar un protocolo o la mejor evidencia, se trata de entender cada realidad particular, cada dolor, cada sufrimiento, cada tristeza y también cada alegría.
El ser humano es vulnerable.

A lo largo de nuestra vida, antes o después, vamos a necesitar de cuidados profesionales. En ese momento se agradece la sensibilidad y el trato especial, entendiendo por ello que te escuchen, te miren e intenten ponerse en tus zapatos.
Esta forma de enfocar la atención va más allá del concepto de paciente, cliente o usuario. Esta forma de atención mira, escucha e intenta comprender al "cuidadano" que tiene delante, con sus fortaleza y sus debilidades, buscando la mejor forma de acompañarlo en su proceso.
Todos nosotros, en un instante, podemos pasar de ciudadano a cuidadano, y en ese preciso instante entenderás que quizás te tratan como paciente, cuando en el fondo querrás ser cuidadano, querrás que te cuiden y también que te consideren en la toma de decisiones, en una relación horizontal, de igual a igual, donde cada uno sencillamente asume su rol, ahora me toca ser enfermera, ahora me toca ser cuidadana.
1. Carolina Junco, Amiaa Pérez Orozco, and Sina Del Río. "Hacia un derecho universal de ciudadanía (si, de ciudadanía)". Libre pensamiento 51 (2004): 44 - 49.