Espacio donde compartir mis opiniones en relación a la profesión.

martes, 7 de mayo de 2019


Celebramos el Día Internacional de la Enfermera y el Consejo Internacional propone examinar la voz de las enfermeras desde el punto de vista de la Salud para Todos.  
Salud para Todos, como nos recuerda insistenteme la Organización Mundial de la Salud (OMS) significa "Salud para todos y todas en todas parte.” En este contexto, implica no sólo la disponibilidad de servicios sanitarios sino el estado completo de salud física y mental que permite que la persona  lleve una vida social y económicamente productiva1 . Paralelamente, la  Equidad en salud nos habla sobre la necesidad de que todas las personas pueden desarrollar su máximo potencial de salud independientemente de su posición social u otras circunstancias determinadas por factores sociales.
Por tanto, y si el objetivo es la salud para Todas las personas, el reto sería  trabajar en equipos trans-disciplinares en un sistema sanitario que considere los determinantes sociales, económicos y culturales, de tal forma que se mitiguen las desigualdades en salud.
Esto, que puede sonar a teórico o filosófico, realmente no lo es. Si usted es enfermera/o  ó sanitaria/o, puede hacerse la siguiente pregunta: ¿crees que los cuidados que ofrece la institución en la que trabaja llegan a todas las personas?, ¿crees que llegan a las personas que más lo necesitan? Sin duda, existen muchos desafíos para llegar a un sistema con estas características y entre ellos destacan:
  • Prevención y atención de enfermedades no transmisibles.
  • Cuidados que añaden valor, sistema sostenible.
  • Enfermedades transmisibles y salud pública.
  • La salud de las personas migrantes.
  • Una Salud Mental asequible.
Veamos cada uno de ellos con detalle:
DESAFÍO 1:Prevención y atención de enfermedades no transmisibles 


Si has trabajado en España, Canarias en mi caso, en los últimos años ambos sabemos que no llegamos a todas las personas y que existen casos que “nos tocan” especialmente por su vulnerabilidad. Sin embargo, es posible que estos casos sean la punta del iceberg, ya que según el último informe AROPE  el 26,6% de la población española se encuentra en riesgo de exclusión social, 3 de cada 10 personas en este país sobreviven a duras penas en condiciones dignas, son fundamentalmente mujeres con estudios, hijos y en algunos casos con “trabajo” precario y mal pagado. Esta es la cara de la pobreza en nuestro entorno y Canarias es la segunda comunidad con mayor tasa de pobreza y exclusión social.

La pobreza genera desigualdad, ésta afecta directamente a la salud. Las enfermedades crónicas, fruto de los estilos de vida, se han trasformado en epidemia siendo responsables del 71 % de la mortalidad mundial, una amenaza real para la salud de la población. Las personas que viven en pobreza tienen más riesgo de fallecer por enfermedades crónicas o no transmisibles.
Aquí tenemos un desafío que requiere evolucionar del modelo vicario biomédico,  enfoque que  “desenfoca” la necesaria inversión para el abordaje de los determinantes sociales y el fomento de estilos de vida saludables.  El sistema necesita centrar la atención en el usuario, invertir en promoción y en prevención de la salud, una Atención Primaria (AP) fuerte (con más recursos) y acciones multisectoriales.
La AP fuerte orienta la salud desde la equidad, trabaja en equipos multidisciplinares, lidera la colaboración multisectorial y comprende la salud desde el bienestar positivo. Aquí la población encontrará enfermeras suficientes que coordinan sus cuidados, invierte tiempo en la promoción de la salud (en agenda), también en prevención y siguen los procesos de cronicidad. En algunos casos, además tendrán el apoyo de una gestora de casos, que orientará a través del sistema a la familia, y entre todos intentarán que las personas permanezcan bien cuidadas en el entorno. 
DESAFÍO 2: Cuidados que añaden valor, sistema sostenible.


La cobertura sanitaria universal supone una atención en salud de alta calidad accesible para todas las personas a un precio asequible para el consumidor y para el país. Ello implica un cuidado adecuado, en el momento adecuado, por el proveedor adecuado, sin despilfarro de recursos y sin dejar a nadie detrás.
No cabe duda que es todo un reto para la sostenibilidad del sistema, más considerando que el gran caballo de batalla está en las enfermedades crónicas y sabiendo que la promoción de hábitos de vida saludables es realmente difícil.
Una propuesta con impacto directo en resultados son los cuidados centrados en las personas, a lo largo de todos los ámbitos de atención, independientemente de la situación de salud y en todo el ciclo vital.
La idea es centrarse en las necesidades, según las opiniones de los usuarios y alejarse de los sistemas que exclusivamente se centran en la demanda “médica”. Se habla en este caso de acciones básicas y poco costosas, tales como: 
  • El usuario en el centro.
  • Intervención en todo el ciclo de salud - enfermedad y no sólo en el tratamiento.
  • Reorganizar los cuidados en unidades integradas, no por especialidades médicas patológicas.
  • Atención multidisciplinar e innovación en cuidados.
  • Sistemas de medición adaptados a los cuidados, evaluación e implementación de mejoras.
Lo anterior necesita más AP, mejor coordinación entre ámbitos,  profesionales formados con recursos adecuados, colaboración y consulta a la comunidad.

Mención especial merece la información que se comparte para la continuidad en la atención. Es básica por la seguridad del paciente, la coordinación y la eficiencia. Paralelamente, esta es la información que se necesita para observar resultados, establecer evaluación e implementar mejoras. La información que las enfermeras actualmente están registrando en las historias de los usuarios son de un valor incalculable, máxime si el registro ha sido sistematizado. Aquí la profesión dispone de herramientas tan valiosas como los criterios de resultados en salud (NOC), que bien utilizados, pueden revolucionar el sector salud y contribuir a la mejora del sistema sanitario.

DESAFÍO 3: enfermedades transmisibles y salud pública.

Otro aspecto a trabajar son las emergencias en Salud Pública. Ninguna epidemia es local, no sabemos dónde surgirá la próxima, aunque trabajamos con la absoluta certeza de que ocurrirá y con la incertidumbre  de saber si contamos con un sistema de Salud Pública fuerte y resiliente.

Diariamente las noticias nos hablan de epidemias, últimamente de  Sarampión o Ébola. ¿Cuánto crees que tardará en moverse por el mundo? Dependerá de las horas de vuelo, después sólo necesitas población susceptible, sistema sanitario debilitado y limitación en la inversión en salud, del resto ya se encarga el patógeno.
El personal sanitario de primera línea, y en concreto las enfermeras, ocupan un lugar central en la detección y cuidados de las enfermedades transmisibles, así lo demuestran la documentación sobre epidemias devastadoras como el Ébola de 2014 o la gripe de 1918.
Los servicios sanitarios son esenciales y siguen funcionando durante una crisis, por tanto, la capacitación y protección del personal antes (más que durante) debería estar garantizada por el sistema. Un entorno seguro para el personal y el paciente genera confianza y mejora la perspectiva de resultados positivos.
            Las enfermeras aportan:
  1. Buenas prácticas en seguridad del paciente y control de infecciones en todo momento.
  2. Inmunizaciones: estar inmunizadas y fomentar la vacunación en el entorno a personas susceptibles.
  3. Detección temprana de acontecimientos inusuales: somos el colectivo sanitario más numeroso y quién más tiempo pasa al lado de los usuarios.
  4. Capacidad para la planificación y simulación ante un posible brote, lo que ha quedado demostrado con las crisis Ébola de 2014 y gripe A de 2009.

Por otro lado, también existen asuntos pendientes, como la formación con visión salubrista y el liderazgo ante eventos no esperados. El sistema necesita evaluarse para identificar sus fortalezas y debilidades ante una posible epidemia que sabemos llegará. Si identificamos aspectos de mejora y potenciamos líderes con conocimientos y capacidades para sostener los cuidados ante una amenaza, el servicio se comportará de forma resiliente y ofrecerá buenos resultados.
Un último apunte en este desafío: para todas las personas. La cobertura sanitaria universal minimiza los riesgos en materia de seguridad global. La población se acerca antes al sistema cuando “no tiene miedo” ni barrera financiera, ello facilita la detección precoz. La confianza en el sistema hace que acudas ante los primeros síntomas, además de facilitar la adhesión al plan terapéutico. La salud global debe fundamentarse en los cuidados de calidad y no en el miedo. 

DESAFÍO 4: la salud de las personas migrantes.


Las personas migran por múltiples razones: pobreza, conflictos, ausencia de derechos, discriminación o falta de acceso a un trabajo digno. La llegada al “destino” en muchas ocasiones implica exclusión jurídica, económica y social, en algunos casos también discriminación, explotación, malnutrición y acceso limitado o inexistentes a los servicios esenciales de salud.
Ciertamente, las personas que migran suelen ser personas sanas, lo que está bien documentado en la literatura y los mayores niveles de vulnerabilidad se encuentran en las personas de edad, los/as niños/as y las mujeres, víctimas en múltiples ocasiones de violencia sexual durante el trayecto, por lo que llegan embarazadas o con recién nacidos al destino.
La igualdad de acceso a la atención de salud es un derecho humano, tenemos la responsabilidad ética y moral de garantizar el acceso a las poblaciones más vulnerables.
Es probable que una enfermera sea el primer sanitario que encuentran estas personas al llegar al sistema, nuestra oferta de cuidados será digna, sensible a la cultura y al género. Además, tendremos el reto de generar confianza y establecer relaciones de apoyo para facilitar el movimiento por el sistema y la coordinación de los cuidados. A otro nivel estarían las políticas para facilitar el acceso y trabajar por unos objetivos de salud global. Aquí, nuestros “representantes” deberían estar trabajando como mínimo en:
  • Trabajar la salud de las personas migrantes en las agendas autonómicas y nacionales, promocionando políticas sensibles con protección jurídica y social.
  • Establecer sinergias con las acciones desde la Salud Pública a corto y medio plazo.
  • Participar en el empoderamiento y la igualdad de género en las niñas y mujeres migrantes.
En definitiva, que la profesión enfermera entre en la agenda política y participe de las mejoras para la salud de las personas migrantes. Las/os enfermeras/os ocupan un lugar central en la consecución de la Salud para Todos, es necesario ampliar los horizontes de mira y evolucionar dentro de nuestras estructuras arcaicas, muy alejadas del liderazgo necesario.
DESAFÍO 5: Una Salud Mental asequible.


El acceso a servicios de salud mental de calidad y asequibles está en crisis. La OMS estima que dos tercios de la población con problemas de salud mental conocidos nunca busca ayuda. El estigma, la discriminación y el abandono impiden que los tratamientos lleguen.  En los países con un nivel de renta alta, sólo una de cada cinco personas con síndrome depresivo reciben tratamiento adecuado (2). Si a lo anterior se suma las listas de espera para acceder a las unidades de salud mental,  estimo suficiente la justificación para afirmar que esta terrible situación requiere de inversión, ya que se está hablando de la mayor causa de discapacidad en el mundo.
Partimos de la base de que las enfermedades mentales son consideradas dentro del enfoque de la cronicidad y que los determinantes sociales tienen un alto impacto en las mismas. Además, pueden aparece en cualquier momento del ciclo vital y suelen estar relacionados con otros problemas crónicos que acortan la esperanza de vida de los usuarios.
Valorar acciones de mejora es realmente complejo y requiere de una visión integrada donde algunas líneas de trabajo podrían ser:
  • Planes coherentes, previa consulta a todas las partes implicadas, lo que supone usuarios, familias y sanitarios. Dentro del equipo de sanitarios las/os enfermeras/os, en concreto especialistas en salud mental, de práctica avanzada en gestión de casos y especialistas en familiar y comunitaria.
  • Equidad en el acceso y un papel más protagonista de la AP.
  • Acciones en la promoción y la prevención. Trabajo comunitario.
  • Gestión de casos y continuidad en la atención, recuerden que la gestión de casos tiene su origen en la salud mental.
  • Acceso directo a los cuidados especializados en salud mental: más enfermeras especialistas, consultoras y con agendas que permitan gestionar una demanda.
  • Cuidados colaborativos y cooperación interprofesional centrados en las personas y las familias.
  • Coordinación real y eficiente. Comunicación eficaz entre ámbitos asistenciales.
  • Formación: de postgrado, continuada y conjunta.
  • Apoyo a la investigación de los cuidados especializados en la salud mental

El gran desafío de la Salud para todas las personas, requiere ponerse en marcha y liderar el cambio. El liderazgo enfermero es clave, los profesionales de enfermería tienen la capacidad de entender las posturas de todos los implicados y trasladar la información. Lo llevamos haciendo de siempre y va implícito en nuestro ADN profesional.
Las/os enfermeras/os conocen los problemas reales de la población porque han trabajado durante años “las historias” de miles de familias, comprenden la situación con su visión holística del ser humano y del servicio sanitario, son expertas en comunicación puesto que ésta es la base de la oferta de cuidados.
Nuestras habilidades nos permiten sensibilizar a los poderes políticos y respaldar la toma de decisiones. Paralelamente somos capaces de trasladar a la población qué se decide y por qué es la mejor opción en este momento. Si usted quiere piezas claves en sus equipos de toma de decisiones, contrate a enfermeras.
Nosotras, que gozamos de la confianza de la población, debemos asumir el reto de convertir las injusticias en equidades, dar voz a las personas más vulnerables, y trasformar las historias de la población en políticas que fomente la Salud y el Cuidado para todas las personas.

#EnfermeriaVisible

#NursingNow 

Desde este blog apoyo al colectivo #MásEnfermaría, aquí puedes conocer y apoyar el proyecto.
  
Bibliografía:

  1. Mahler, H., The Meaning of "Health for All by the Year 2000". Am J Public Health, 2016. 106(1): p. 36-8.
  2. Frankish, H., N. Boyce, and R. Horton, Mental health for all: a global goal. Lancet, 2018.