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miércoles, 22 de agosto de 2018

El techo de cuidar



En los estudios de género se denomina techo de cristal a la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones. Se trata de un techo que limita nuestras carreras profesionales, difícil de traspasar y que nos impide seguir avanzando. Es invisible porque no existen normas sociales oficiales que nos impongan una limitación explícita en nuestro desarrollo  profesional como mujeres [1].

Actualmente, es claro que la agenda de género está ganando terreno a nivel global (aquí), y cada día son más los hombres y mujeres que entienden que "los problemas de las mujeres" sólo se solucionan con trabajo conjunto.

Formo parte de un colectivo profesional, las enfermeras, donde según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 84.3% somos mujeres [2], en el mapa que ilustra la entrada se puede observar cómo la distribución por comunidades autónomas varía entre el 76,14 y el 94,79%.
Fuente: INE. Colegiados en España a 31 de diciembre de 2017
Número de enfermeros por Comunidades Autónomas y sexo colegiados en España a 31 de diciembre de 2017 [2]
Esta realidad a todas luces no es una novedad, en el Informe sobre profesionales de cuidados de enfermería [3] se describe que en el 2009 el 84,6% de las enfermeras eran mujeres y la feminidad de la profesión era aún más notable en especialidades como las matronas donde el 92,62% eran mujeres, el INE en 2017 nos informa que el 93,51% de estas especialistas son mujeres.

Sin embargo el liderazgo profesional está ocupado por hombres. La presidencia del Consejo General de Enfermería, desde su creación, siempre ha estado ocupada por un hombre, los presidentes de los colegios profesionales de toda España son en su mayoría hombres (en una proporción superior al 55%), los líderes de las organizaciones sindicales son hombres, incluso el liderazgo de las sociedades científicas a nivel estatal dista bastante de la proporción 20/80.

¿Qué nos sigue pasando a las enfermeras?, ¿Cómo es que este ambiente propicio de cambio y renovación que nos rodea no llega a nuestras filas?, ¿Dónde están todas esas mujeres y su valor como líderes en la atención sanitaria?

Créanme si les digo que en esta profesión existen muchas mujeres conocedoras del sistema sanitario, con una visión amplia de la sanidad que incluye la equidad. Son expertas en innovación y lo demuestran cada día cuando cuidan. Son buenas comunicadoras, con grandes habilidades para la negociación y resilientes. Y saben cuál es el centro: la persona usuaria del sistema sanitario.

Y entonces, ¿qué están haciendo estas mujeres, estas enfermeras? están cuidando. Dos de cada tres tienen menos de 45 años, por tanto es más que probable que estén cuidando dentro y fuera de casa. Ésta podría ser una explicación, pero no nos engañemos, no es la única y me atrevería a decir que tampoco la más importante.

¿Pueden los responsables de nuestras organizaciones hacer algo para cambiar esta realidad? Seguramente, ¿quieren? tengo mis dudas.  Desde mi punto de vista es algo contradictorio reivindicar el papel gestor de las enfermeras en la institución sanitaria (aquí) cuando dentro de nuestras organizaciones no se trabaja para cambiar este techo de cristal.

A mis compañeras y compañeros, mujeres y hombres de cuidado: sólo construyendo "dentro" con coherencia podremos reflejar "fuera" aquello de lo que somos capaces, el trabajo de todas y todos es necesario para romper nuestro techo de cuidar.


Referencias.
1. Burin, Mabel (1996). «Una hipótesis de género: el techo de cristal en la carrera laboral». Género, psicoanálisis y subjetividad. Paidos. ISBN 950-12-4192-0

2. Profesionales sanitario colegiados en 2017. INE. Disponible en : http://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t15/p416/a2017/l0/&file=s08003.px

3. Informe sobre profesionales de cuidados de enfermería. Oferta - Necesidad 2010 - 2025. Disponible en: http://enfermeriacomunitaria.org/web/attachments/article/308/Estudio%20Necesidad%20Enfermeros%2020102015.pdf





4 comentarios:

  1. En la casa común del sistema de salud, cada enfermera que permanece centrada en las personas, colaborando en la gestión de sus cuidados, ha elegido la piedra preciosa, y no se la arrebatarán: es fuerte caminando firme ese lugar sagrado de los cuidados junto a usuarias y compañeras. Es poderosa porque puede liderar la gestión sanitaria al servicio de las personas, rompiendo el techo de los conflictos de intereses. Está dispuesta para la más alta dirección.

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    1. Gracias José Luis creo que ambos conocemos a estas enfermeras y sabemos de lo que son capaces. Abrazos

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  2. Gracias por tus palabras, me están haciendo reflexionar sobre esta situación. La sociedad entera es inconscientemente (y muchas veces también conscientemente) machista. Se confía más en los cuidados de una enfermera pero se busca el liderazgo de un hombre. Esto se puede cambiar, y cada día nos topamos con compañeras que desean liderar. A seguir trabajando en el cambio.

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    1. Gracias compañero, seguimos y juntos encontraremos el mejor camino.

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